El 28 de Mayo de 2010, una veintena de mallorquines, descendientes de Benigno Palos Fabregat (Mirambel 1855 – Palma 1936), nos desplazamos hasta la villa, para participar en el homenaje que el Ayuntamiento de Mirambel rindió a nuestro abuelo, con el descubrimiento de una placa que da nombre a la Calle de Benigno Palos.
Alguien se preguntará, ¿Quién fue Benigno Palos?
Hijo de Anselmo Palos y María Fabregat, fue bautizado en la Iglesia parroquial de Santa Margarita, el 6 de Junio de 1855. Su juventud transcurrió en el pueblo, en donde adquirió su formación humana, espiritual y su amor por él, que llevo en su corazón toda la vida.
Más tarde se trasladó a Barcelona, para estudiar la carrera de comercio y una vez finalizada, se formó en la empresa «Casa Quert», dedicada a la fabricación y venta de tejidos. Enseguida destacó por su perfil emprendedor y sus dotes comerciales, por lo que decidieron abrir una sucursal en Palma de Mallorca y le pusieron al frente de la misma.
Su carácter emprendedor y la experiencia adquirida, fueron dos factores determinantes, para que al poco tiempo, abriera su propia empresa, llamada «La Azucena», su objeto fue la venta de, telas finas, bordados, vestidos, ropa interior, lencería y complementos.
Fue proveedor de la Casa Real y obtuvo varios premios en ferias internacionales y en concreto en París, por uno de los bordados que conservamos, a las que asistía periódicamente.
Se casó con Margarita Vadell, natural de Felanitx, Mallorca, con la que tuvo seis hijos: Pilar, Encarnación, María, Margarita, Antonio (mi padre) y Benigno.
El abuelo fue un enamorado de las artes y las letras, que inculcó a sus hijos, las reuniones familiares y las veladas con amigos eran famosas, todos los hijos tocaban algún instrumento musical y también recitaban poesías.
Su carácter extrovertido y su formación le ayudaron a desarrollar diversas facetas, políticas, sociales y culturales:
Su paso por el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, llegando a ser Alcalde en funciones, momento en el que promovió e inauguró en la Plaza de España de Palma, una estatua de bronce en honor al Rey Jaime I el Conquistador, que la preside a día de hoy.
Su círculo de amistades, no se ciñó a familias mallorquinas, sino que mantuvo relación con todos los aragoneses que vivían en Mallorca, fundando la Casa de Aragón, que a día de hoy perdura, presidida por un cuadro de la Virgen del Pilar, que donó en su día. En ella se recuerda a Don Benigno Palos como hijo de Mirambel.
Sus artículos de opinión y escritos en los periódicos locales, le dieron fama y prestigio.
Durante toda su vida, visitó de forma periódica Mirambel, con la abuela unas veces y con sus hijos en otras, siempre quiso que conocieran la hermosura del paisaje, la belleza del pueblo y los habitantes, que tanto amaba y que tuvo que dejar. No conocí al abuelo, pero siempre que mi padre nos hablaba de él y de Mirambel, la emoción era patente y su cara era el reflejo de la nostalgia, de los viajes que realizó con su padre.
El amor del abuelo por Mirambel, fue patente durante toda su vida, fuese a donde fuese siempre hablaba del pueblo.
En 1927, decide escribir «Apuntes para la historia de mi pueblo, Mirambel», libro que dedicó a su esposa, para expresar su admiración por su villa natal, primera historia escrita del pueblo y considerada por José Miguel Marín una obra de arte para la época. Tuvo que desplazarse en varias ocasiones desde Palma de Mallorca, en una época en que los medios eran escasos, para obtener información necesaria, para la profundidad e importancia del estudio que hizo.
El abuelo escribió en su libro:
«Nada enaltece más a un pueblo, ni le hace superior a los demás, ni le da tanta gloria y fama como el tener muchos hijos ilustres y sobresalientes en Artes, Ciencia, Religión, Industria, Comercio y hasta en Agricultura.
¿Los ha tenido Mirambel?
Es lo que el libro proponía demostrar, en indagaciones hechas en momentos robados al ocio desde muy larga fecha.
El amor que desde niños hemos experimentado por la villa que nos vio nacer, nos ha inducido a dedicaros este modesto trabajo, fruto de cariño a nuestra querida y amada patria chica.
Aunque ausente de ella desde muy jóvenes no la hemos olvidado nunca y desde aquí, desde esta Palma de Mallorca, donde escribimos, hemos reflexionado y pensado mucho, no perdonando medio en nuestros viajes a Barcelona, Mirambel, Teruel, Madrid y Zaragoza para mover cuanto sabíamos y recoger en libros y personas todo aquello que directa o indirectamente, pudiera relacionarse con nuestro objeto.
A los ancianos de la villa, a esos hombres respetables de que hemos visto ya desaparecer toda una generación; esos seres queridos que hemos amado tanto, que nos han ilustrado en la historia de la experiencia, debemos el cumplimiento de estos apuntes, (D. E. P.) su recuerdo nos será siempre muy grato y no podemos, ni debemos olvidarnos.»
Llegamos el 27 por la tarde y Juan Fran, el cura del pueblo, dijo una misa en recuerdo del abuelo. Y a continuación, celebramos en la pensión una cena, con algunos miembros del consistorio, con Miguel y con José Marín.
Al día siguiente, la celebración comenzó en el salón de actos del Ayuntamiento, María del Carmen Soler nos dirigió unas palabras, que dieron paso al emotivo discurso que dio el alcalde, Ricardo Monforte. Señaló que Benigno, hijo de Mirambel, se había hecho acreedor del homenaje, tanto por el amor profesado a su tierra y como embajador de la misma.
Presentamos la reedición del libro «Apuntes para la historia de mi pueblo, Mirambel» y tuve la oportunidad de leer el prólogo del mismo y dirigir unas palabras de agradecimiento.
Ricardo Monforte, en representación del Ayuntamiento, nos obsequió con un grato recuerdo, que agradecemos todos los familiares.
A continuación nos desplazamos al exterior de la Casa Consistorial, donde el alcalde Ricardo Monforte y yo, Antonio Palos Caubet, en representación de todos los nietos, descubrimos la placa que da nombre a la calle de Benigno Palos. Fue un momento muy emocionante y emotivo.
Al acto asistimos todos los descendientes del homenajeado, acompañados por un centenar de Mirambelinos, la población actual de la localidad al completo. Fueron instantes entrañables en los que compartimos sentimientos y recuerdos, además de una variada gastronomía mallorquina y turolense. Ensaimadas de diferentes clases, además de embutidos y vinos de la región.
Mi agradecimiento a Miguel, a José Miguel Marín, a María del Carmen Soler y a Ricardo Monforte, alcalde de Mirambel y en general a todos los Mirambelinos que son gente excepcional. Y al abuelo, por el que sentimos una gran admiración.
Antonio Palos Caubet
Nieto de Benigno Palos Fabregat.