La vía vuelve a la normalidad tras repararse un desprendimiento que se produjo debido a las fuertes lluvias de octubre

Las secuelas de las fuertes lluvias que asolaron el territorio a mediados de octubre se han alargado más de lo que deberían en el Maestrazgo. Fruto de la humedad y las corrientes de agua de la gota fría se produjeron desprendimientos en varias carreteras de la zona, como la A-226 entre Mirambel y Cantavieja. La vía, propiedad del Gobierno de Aragón, ha permanecido en el estado que se observa en la imagen durante más de un mes. Aunque estuvo abierta al tráfico solo se podía circular por uno de los carriles, poniendo en riesgo la seguridad de los conductores y despertando quejas de los vecinos y usuarios.

Finalmente, este miércoles por la mañana los trabajadores de DGA retiraron las piedras que obstaculizaban el paso y la carretera volvió a su estado habitual. Cabe destacar que la vía forma parte de la ruta ‘slow driving’ del Maestrazgo, impulsada por el Gobierno de Aragón.

Fuente: la comarca.net